Decía W Churchill que cuando una nación está intentando surgir a través de los impuestos, es como si un hombre con los pies en un balde fuese capaz de levantarse tirando del asa.
Pero el Gobierno de Pedro Sánchez está por la labor de levantar España a base de aumentar los impuestos (ya lleva 42 subidas en tres años). Desde que llego al poder los españoles trabajan más días para pagar a Hacienda. En 2012 pasaban 124 días pagando impuestos de un año completo, en 2019 ha pasado a 178 días al año, y serán 210 días, cuando suban todos los impuestos adicionales que se han anunciado para el 2023″.
Para justificar esas subidas utiliza el argumento de que hacen falta recursos para mantener el Estado de bienestar de los españoles.
Sánchez olvida que esos impuestos también pagan gastos innecesarios como su corte de ministros y asesores, los viajes, las donaciones a Billy Gates para su campaña personal o los más de 50 millones de euros para publicidad o autobombo que se ha reservado este año. Impuestos para pagar el estado de bienestar del Sr. Presidente que quiere vivir como un Rey (no el de España, precisamente que tiene una modesta dotación).
Ahora que el Presidente Sánchez está en su campaña de promoción internacional, porque se ha dado cuenta de que aquí ya no engaña a ningún español, debería copiar lo hacen los gobiernos de otros países de la Unión Europea que optado por bajar los impuestos, Alemania, Italia, etc.
Pero si se quiere ahorrar un viaje largo, que visite Portugal y le pregunte a su homónimo socialista Antonio da Costa, que está haciendo en materia impositiva. ¡Oh sorpresa! Toda la política impositiva portuguesa está centrada en la reducción de impuestos de la clase media trabajadoras también a las familias con hijos. De la misma manera, también han aprobado medidas que suponen importantes rebajas de la presión fiscal de las empresas, incluida una bajada del IVA. (todo esto es lo que lleva pidiendo el Presidente del Partido Popular, Nuñez Feijoó hace unos meses)
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El motivo del porqué lo hace Acosta y lo pide Nuñez Feijoö, no es ni más ni menos porque esas medidas son la auténtica ayuda social que necesitan una buena parte de los portugueses o los españoles, que tienen serias dificultades para llegar a fin de mes. Con una inflación del 10%, el precio de la energía disparando, el gas por las nubes, la cesta de la compra imposible o las hipotecas que se han incrementado llegar a fin de mes es imposible. Con esas rebajas de impuestos es más llevadero el día a día.
Una rebaja a los impuestos de las empresas, significa que un empresario pueda mantener su empresa abierta, mantener los puestos de trabajo e incluso seguir contratando y, por tanto, disminuir las colas del paro. Cualquiera con unos mínimos conocimientos de economía sabe la pérdida de competitividad que provoca un incremento de impuestos de las empresas españolas, siendo esto muy preocupante en un mundo cada vez más globalizado, con una creciente movilidad de capitales y de personas.
Frente al mantra del PSOE, bajar los impuestos de forma moderada, que es lo que propone el Partido Popular. No beneficia a los ricos, sino que supone que la clase media de este país, que es la mayoría de los españoles, pueda cubrir sus necesidades básicas como la alimentación, educación o sanidad.
El Presidente de Portugal, al igual que el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez, tienen claro dos cosas: la primera es que la mayoría de la población de un país es de clase media y la segunda, que un país se mantiene gracias a la clase media y a las pymes.
Pero el Presidente socialista, Pedro Sánchez, ha optado por achicharrar a impuestos, a la clase media (la inflación es el peor impuesto) y a las pymes porque cree que ese discurso del enfrentamiento entre unos y otros le dará votos- De forma irresponsable ha decidido que prefiere crear una brecha social en España y en un futuro comprar los votos con ayudas sociales, haciendo a los españoles dependientes del Estado.
Ayer, el informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE) destacaba que «los ingresos tributarios presupuestados para 2023, alcanzan un importe de 262.781 millones de euros» siendo «los máximos de la historia». Esta cifra supera claramente la de 2019, que fueron de 212.808 millones de euros.
Por cierto, no es verdad que a más impuestos mejores servicios públicos. En Aragón, gobernada por Lamban, del mismo PSOE que Sánchez, la carga impositiva autonómica es de las más altas de España y tiene la peor sanidad de toda la nación, liderando las listas de espera quirúrgicas y listas de espera de especialistas o también lidera el ranking las peores carreteras autonómicas de todo el país.
La soberbia de Pedro Sánchez no tiene límites, quiere hacer historia y ser el único político del mundo capaz de ganar las elecciones anunciando subidas de impuestos, aunque para ello fracture a toda la sociedad española.