Existe un mundo alternativo, una realidad que no es la que ven a los españoles o la que sufren en sus carnes cada vez que van al mercado, a la gasolinera o cuando reciben sus recibos de electricidad y gas.
Existe ese mundo alternativo, ese metaverso, y en él tiene su residencia la ministra María Jesús Montero. No se puede entender de otra forma estos dos días de debate de las enmiendas a la totalidad, si no es porque viene de alguien que no quiere entender lo que está pasando, que no lo quiere ver, o sencillamente quiere engañar a los que se dejen engañar.
Se debatieron estos días las enmiendas a la totalidad a los peores presupuestos generales del estado que acierto a recordar. Unos presupuestos que fueron enmendados casi desde su origen por el Banco de España, que no se cree el cuadro macro y que alerta de los riesgos del gasto incontrolado y tendente a convertirse en estructural, y por la AIREF que siendo siempre bastante más políticamente correcto fue muy dura con las perspectivas de la economía española, con el efecto de estos presupuestos sobre nuestras vidas y sobre el cuadro macroeconómico que lo sustenta.
Tras estas dos enmiendas llegó la del Grupo Popular, una enmienda que ponía negro sobre blanco lo que los españoles están sufriendo y lo que este gobierno oculta o trata de vestir a base de regar con gasto público su próxima campaña electoral y que fue excelentemente bien defendida por nuestra Portavoz, Cuca Gamarra.
En el metaverso de Montero no existe el incremento de la deuda y el déficit al que este Gobierno están sometiendo a nuestro país. Salen a la tribuna, comparan déficit entre 2012 y 2018, en plena crisis financiera provocada por ellos, con los años 2018 a 2021, con una España que recibieron creciendo por encima de la media europea. Salen, comparan eso y creen desde ese metaverso que habitan que la gente en sus casas les cree, que la gente no es consciente de que serán nuestros hijos los que tengan que pagar las campañas electorales y las fiestas de gasto público improductivo que este gobierno con sus 22 ministerios nos está trayendo y en esa superioridad moral en la que cree siempre vivir la izquierda de este país dicen defender a los que menos tienen, mientras la tasa AROPE de pobreza nos dicen lo contrario, que el 27,8% de pobreza supone la cifra más alta en cinco años. Y es que el socialismo es especialista en destrozar todo aquello que dice defender. Nunca ha habido tantos pobres como ahora, con un Gobierno Socialista.
Esta inflación se está llevando por delante la clase media de nuestro país ante la inacción del gobierno, que en estos presupuestos no articula ni una sola medida para ayudarles a superar la situación que están viviendo. Pese a la mano tendida del Partido Popular para llegar a acuerdos en el área tributaria y rebajar los impuestos a las rentas medias y bajas, este gobierno se ha negado a ayudar a estas rentas, se ha negado a articular medidas para sofocar sus problemas para llegar a fin de mes mientras riega otro tipo de políticas ideológicas en las que el gobierno de coalición socialista y comunista se siente más cómodo. La inflación es una auténtica trituradora de las clases medias y estos presupuestos no hacen nada para mitigar aquello que negaron que fuera a suceder.
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En ese metaverso de Montero no hay espacio para rebajas fiscales, puntuales y específicas para esos que peor lo están pasando, como no lo hay para ayudar a los autónomos en lugar de seguir poniendo piedras en el camino, pero sí lo hay, en cambio, para seguir recaudando un 7% más de los españoles. No tienen suficiente con el incremento de recaudación de caso 40.000 millones de euros con el que se acabará 2022, que el próximo año la recaudación volverá a subir otro 7% sin duda derivado de la no deflactación, como propone el PP de las tarifas del IRPF y del incremento de recaudación por IVA por efecto de la inflación.
En ese metaverso no hay despilfarro y no consideran que hay que ajustar el gasto público pese a haberse incrementado el mismo en más de 130.000 millones de euros durante el gobierno de Pedro Sánchez, ni tienen problema en subirse todo el Consejo de Ministros el sueldo ni en subir un 9% el presupuesto del ministerio de igualdad o el 11,3% el ministerio de consumo.
Estos presupuestos los sufrirá la España real, aunque los que los proponen y los aprueben vivan en otro mundo en el que no le afectan las mismas subidas que a los españoles. Sin bajarse del coche oficial, sin salir de la vivienda oficial, sin abandonar el metaverso, nunca es imposible entender que estos presupuestos no arreglan ninguno de los problemas de la gente de a pie y que más al contrario endeuda al país con otros 50.000 o 60.000 millones más de deuda que tendrán que pagar las futuras generaciones.
Estos días en el Congreso de los Diputados vimos un gobierno que vive de espaldas a la realidad de sus ciudadanos y no hay nada peor que esto. No lo hay.