En España, el 72,5% de la población está totalmente inmunizada, sin presión alguna y sin vacunación obligatoria. ¿Cómo podría el país batir récords después de las infecciones masivas de abril de 2020?
No se puede obviar cierto orgullo en las declaraciones de Amós García Rojas, presidente de la Sociedad Española de Vacunología (AEV), en una entrevista a la cadena española RTVE: «Estamos en una posición envidiable y somos envidiados por nuestra tasa de vacunación.
La razón: según el Ministerio de Sanidad, España tiene el mayor porcentaje de personas totalmente vacunadas del grupo de los 20 países industrializados y emergentes más importantes (G20). 34 millones de personas, es decir, un total del 72,5% de la población, están ya doblemente vacunadas (a 7.9.2021).
En comparación, el porcentaje de personas totalmente vacunadas en Alemania es del 61,7%. Y mientras en Alemania los opositores a la vacunación se manifiestan regularmente, esto es inconcebible en España. Según una encuesta realizada por el Instituto Español de Estudios de Opinión (CIS) en mayo de este año, sólo el 7% de la población está en contra de la vacunación.
Según los expertos, las razones culturales y sociales son los principales factores de aceptación. Por ejemplo, muchos jóvenes se han vacunado porque el 55% de los jóvenes de 25 a 29 años en España aún viven con sus padres. Quieren proteger a sus familiares del virus.
Solidaridad en lugar de individualismo
«En España, la gente se siente parte de una comunidad y piensa que hay cosas que hacer no sólo por ellos mismos, sino también por los demás», declaró recientemente el epidemiólogo Manuel Franco, de la Universidad de Alcalá de Madrid, a la cadena de televisión española RTVE.
Te puede interesar
Esto se refleja también en que España es líder en Europa en donación de órganos «desde hace décadas» y «de forma estratosférica». Según el Centro Federal de Educación Sanitaria, el año pasado en España hubo 38 donantes de órganos por millón de habitantes. En Alemania, la cifra es de once.

Además, en España existe una gran confianza en las campañas de vacunación del Estado y en el sistema de salud pública. Por ejemplo, el 97% de los niños y adolescentes están vacunados contra enfermedades como la polio, la meningitis y la hepatitis.
Según el epidemiólogo Daniel López Acuña, ex director de Acción Sanitaria en Crisis de la OMS, la campaña de vacunación contra el coronavirus en el país se ha basado en esta confianza.
Un comienzo difícil
La campaña de vacunación en España tuvo un comienzo lento. De febrero a abril, se vacunó a los trabajadores sanitarios, seguidos de los agentes de policía, los trabajadores sociales y los residentes y el personal de las residencias de ancianos.
Sin embargo, según el Ministerio de Sanidad español, sólo el 7% de la población estaba totalmente vacunada a mediados de abril. En el Reino Unido, la cifra era del 13% en ese momento.
En mayo, la campaña se amplió y el porcentaje de personas totalmente vacunadas en la población aumentó al 20%. A mediados de junio había subido al 27%, al 44% en julio y a más del 70% en septiembre. Esto sitúa a España en el séptimo lugar del mundo, por detrás de Portugal, Malta, Islandia, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Singapur, según el portal «Ourworldindata».
Luto por las muertes de la pandemia
El epidemiólogo Daniel López-Acuña sospecha que el deseo de vacunar se debe también al doloroso duelo de amigos y familiares fallecidos. «Muchos han perdido a sus seres queridos durante la pandemia», dijo a los medios de comunicación españoles. «He perdido a mi padre, que tenía 94 años».
España es uno de los países con mayor tasa de mortalidad por COVID-19. Aunque la tasa de mortalidad ha disminuido desde entonces, al igual que el número de infecciones, la inmunización de la población no vacunada será un reto especial. «El ritmo de vacunación se ralentizará», afirma Jaime Jesús Pérez Martín, portavoz de la AEP. «El último 30% no está en contra de la vacunación, pero no tiene prisa».
(gg,dw)