La presidenta de Agrupación Nacional (antiguo Frente Nacional), Marine le Pen, se perfiló por primera vez como ganadora de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, las cuales deben ser celebradas dentro de quince meses.
De acuerdo con la última medición de opinión publicada por el diario económico L’Opinion, la política de tendencia nacionalista tendría hoy día una intención de voto de entre 26 y 27%, en contraste con Emmanuel Macron, actual presidente de Francia, quien cuenta con un 23 y 24% en la misma variable.
Esto refleja la tendencia del cuadro político francés que se dirige hacia una nueva disputa entre Macron y Le Pen. Ambos políticos se enfrentaron en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2017, en las que Macron obtuvo la victoria con un 66,1% de los votos.
Los liderazgos tradicionales de la izquierda y derecha francesa están en una situación de debilidad con pocos precedentes. Xavier Bertrand y Valérie Pécresse, posibles candidatos de la derecha, solo tendrían hoy entre un 16 y un 14% de intención de voto. Las andanzas escandalosas de figuras como François Fillon y Nicolas Sarkozy no han ayudado en nada en la trayectoria de los conservadores franceses.

Asimismo, Anne Hidalgo (alcaldesa de París) y Arnaud de Montebourg (exministro), planteados candidatos de los sectores de izquierda moderada, tan solo obtuvieron un 6 o 7% de intención de voto en el sondeo. Lentamente el socialismo francés se convierte en una movimiento insignificante dentro del escenario político del país.
De acuerdo con el estudio de L’Opinion, el potencial candidato del partido verde contaría con un 9-10% de apoyo para la primera vuelta. De igual manera, la izquierda comunista posee una intención de voto de 10%, de la mano de su candidato Jean-Luc Mélenchon.