El país llevaba sin gobierno desde la devastadora explosión de Beirut del 4 de agosto de 2020. Se reconoció la urgencia de afrontar la profunda crisis económica, una de las peores de la historia.
El nuevo gobierno libanés, formado tras un vacío de trece meses, celebró su primera reunión el lunes (13.09.2021), en un país sumido en un gran colapso económico desde hace dos años.
La reunión de ministros tuvo lugar en el palacio presidencial, en presencia del presidente de la República, Michel Aoun, y de su primer ministro, Najib Mikati.
Mikati anunció en la primera reunión de su gabinete ministerial que darían prioridad a la solución de la crisis de combustible y medicamentos en el país, donde la grave situación económica alcanzó su punto más bajo en el contexto de la parálisis política del año pasado.
El Presidente Michel Aoun, que encabezó la primera reunión, reconoció que durante el último año las condiciones de vida de la población se han deteriorado «hasta niveles sin precedentes», al empeorar la situación económica, financiera y social.
La recuperación económica es urgente
En particular, Aoun pidió la aplicación del «plan de recuperación aprobado por el anterior gobierno». Para el presidente libanés, es esencial garantizar que las elecciones parlamentarias previstas para el próximo mes de mayo se celebren a tiempo, reestructurar el maltrecho sector bancario, reparar la red eléctrica y concluir la investigación sobre la explosión que mató a más de 200 personas en Beirut hace un año.
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Entre los innumerables retos a los que se enfrenta el nuevo gobierno está la rápida conclusión de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un paso clave para superar la crisis.
El Banco Mundial (BM) ha calificado el colapso económico como uno de los peores del mundo desde 1850.
Líbano está sin gobierno desde la dimisión del gabinete de Hasan Diab tras la devastadora explosión en el puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020.
ee (efe/afp)