Varios países del Viejo Continente están luchando contra las altas temperaturas que han provocado incendios forestales, batiendo récords históricos y causando la muerte de cientos de personas.
La ola de calor que azota Europa ha provocado incendios forestales, cientos de muertos y escenas como los 33 grados en Dublín o el levantamiento de la pista de un aeropuerto en Inglaterra. El lunes (18/07/2022) se batieron varios récords de temperatura en Francia y el Reino Unido, donde se espera que el termómetro supere los 40 grados centígrados por primera vez desde que existen registros.
Los científicos creen que el aumento del número e intensidad de estos fenómenos es una consecuencia directa del cambio climático. Durante la segunda ola registrada en el Viejo Continente este verano, se registraron 39,3 grados centígrados en Brest (Francia) y 42 grados centígrados en Nantes, ambos máximos históricos. Al mismo tiempo, se espera que este martes se superen los 38,7 grados registrados el 25 de julio de 2019 en el Reino Unido.
Gales registró su propio récord de 35,3 grados en Aberystwyth, un escenario similar al de Dublín, en Irlanda, donde los 33 grados fueron la máxima registrada. En los Países Bajos y Bélgica, los termómetros alcanzaron los 40 grados centígrados. Suiza elevó la alerta por altas temperaturas, mientras que en Italia algunas zonas de la Toscana y otras partes del país registraron 42 grados.
Incendios y muertes
Pero los datos más duros vinieron de España, donde las autoridades registraron 510 muertes por causas directamente relacionadas con la ola de calor, que duró nueve días, con picos de entre 39 y 46 grados centígrados. La mayoría de las víctimas eran personas mayores. También en España, al igual que en Portugal, se produjo un aumento de los incendios forestales.
Un escenario similar se produjo en el suroeste de Francia, donde 11.000 personas tuvieron que ser evacuadas por un incendio en dos barrios de La Teste-de-Buch, cerca de Burdeos. En los últimos siete días, dos grandes incendios han quemado 14.000 hectáreas de vegetación en esta zona al sur de Burdeos. Mientras tanto, el aeropuerto de Luton, al norte de Londres (Reino Unido), fue cerrado y se suspendieron los vuelos porque el calor había levantado parte de una de las pistas.
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Mientras tanto, cerca de Europa, en Marruecos, las autoridades han advertido del inicio de una segunda ola de calor que, aunque no es tan intensa como la de la semana pasada (que alcanzó los 48 grados centígrados), alcanzará niveles peligrosos para la salud humana, con temperaturas máximas de entre 42 y 46 grados centígrados.
DZC (AFP, EFE, dw)