China es la última gran economía del mundo que sigue intentando erradicar por completo el virus de su territorio mediante largas cuarentenas, confinamientos repentinos y revisiones masivas.
La enorme ciudad china de Chengdu ha ampliado la contención del coronavirus a la mayor parte de su territorio. Esto mantiene las restricciones que han dejado a muchos de sus 21 millones de residentes confinados en sus casas. La ciudad, en la provincia suroccidental de Sichuan, permaneció bajo control durante una semana después de que se registraran varios cientos de casos.
La medida debía levantarse el miércoles (7.9.2022), pero la administración municipal dijo que «toda la ciudad continuará el asalto para eliminar el contagio en la comunidad». «Los frutos de las medidas antiepidémicas adoptadas en toda la ciudad empiezan a verse, pero el riesgo de transmisión sigue existiendo en algunas zonas», añadió.
Como resultado, los residentes en las zonas restringidas se someterán a pruebas de diagnóstico diarias y cada hogar podrá enviar a una persona a comprar alimentos y otros suministros. Hasta el jueves (8.9.2022), la ciudad ha registrado 116 nuevos contagios locales, más de la mitad de ellos sin síntomas, según datos de la comisión provincial de salud. Confinados en sus edificios, algunos residentes no pudieron salir de sus casas cuando un fuerte terremoto sacudió la provincia de Sichuan a principios de esta semana.
China insiste en su política restrictiva
A pesar del creciente descontento de la población y de los efectos negativos sobre la economía, las autoridades chinas no muestran signos de cambiar esta política. En la ciudad sureña de Shenzhen, capital tecnológica del país, las autoridades relajaron esta semana algunas restricciones tras ordenar a 18 millones de residentes que se quedaran en casa debido a un brote de Covid.
El jueves, el país registró 1.334 nuevas infecciones, en su mayoría asintomáticas, según la Comisión Nacional de Salud. En Pekín, las autoridades pidieron a los ciudadanos que estuvieran atentos a un posible aumento de los casos durante la fiesta de mediados de otoño, que se celebra del sábado al lunes y es una época de viajes y reuniones sociales. EM (afp/dlf.dw)
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