Desde el inicio de la pandemia, se han registrado 342.359 casos de COVID-19 y 9.419 muertes en Hong Kong.
Hong Kong introducirá un sistema de vigilancia basado en pulseras para rastrear los movimientos de las personas infectadas por el virus COVID-19 que permanezcan en casa, según un informe publicado el lunes (11.07.2022) por el periódico local South China Morning Post.
El plan, presentado el lunes por el nuevo secretario de sanidad de la ex colonia británica, Lo Chung-mau, exigiría que los pacientes que puedan aislarse en casa en lugar de en centros de cuarentena del gobierno lleven una pulsera electrónica para controlar sus movimientos.
Todos estamos de acuerdo en que las personas con COVID no deben ir a perjudicar al resto de la población», dijo Lo.
El territorio tiene una política de tolerancia cero contra el coronavirus similar a la de la China continental, que consiste en aislar a todas las personas infectadas en instalaciones o casas especiales.
Sin embargo, los expertos citados por el periódico cuestionan la idoneidad de estas disposiciones: «¿Cómo van a poder comprar alimentos suficientes para varios días las personas mayores que no pueden salir de casa? ¿Qué ocurre cuando los propietarios de viviendas no pueden ir a trabajar y sus empleos no les permiten trabajar desde casa?», se pregunta el doctor Joseph Tsang, de la Asociación Médica de Hong Kong.
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La pulsera recoge información sobre la ubicación del usuario a través de Bluetooth, redes inalámbricas o señales GPS.
Sin embargo, todavía hay dudas sobre la precisión de las pulseras: «¿Son lo suficientemente buenas para detectar a alguien que sale de su piso en la planta 16 para bajar a la tercera?», se pregunta Tsang, que advierte que algunos pacientes pueden simplemente «quitárselas y colgarlas en casa» antes de salir.
«Es seguro que se irá
El presidente honorario de la Federación de Tecnología de la Información de Hong Kong, Francis Fong Po-kiu, advirtió en el periódico que «el margen de error de las pulseras podría ser de 50 a 100 metros».
No es la primera vez que las autoridades de Hong Kong utilizan pulseras para controlar los movimientos de grupos de personas de riesgo: en 2020, los pasajeros que llegaban a la ciudad semiautónoma recibían una pulsera con un código QR para escanear, un dispositivo que ha evolucionado hasta convertirse en pulseras capaces de registrar los movimientos en los últimos dos años.
Tras su reciente nombramiento, el 1 de julio, Lo también anunció planes para introducir un sistema de codificación por colores para identificar el riesgo que supone una persona al entrar en lugares públicos.
El método, similar al implantado en las principales ciudades de China continental, se basa en la aplicación móvil «Leave Home Safe», originalmente diseñada para indicar el estado de vacunación de una persona, y mostrará un código rojo para los usuarios que den positivo en la prueba de covida y un código amarillo para los que estén en cuarentena tras llegar del extranjero.
A los usuarios de color amarillo y rojo se les prohibirá el acceso a los lugares públicos clasificados como de «alto riesgo», aunque los expertos citados por la prensa local señalan los puntos débiles del sistema: «La gente podría utilizar el código de un amigo para saltarse el control», advierten.
mg (efe, Hong Kong Free Press,dw)