Luego de conocerse los resultados de las fraudulentas elecciones parlamentarias convocadas por el régimen de Nicolás Maduro para ese domingo 6 de diciembre—que contaron con una presunta participación estimada del 31% electorado, que representa aproximadamente a cinco millones de electores, de los cuales 67,7% (3.5 millones) votaron a los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela—, 16 países de la región manifestaron a través de una misiva su rechazo y expresaron que no reconocen los resultados de los comicios al considerarlos “ilegales”.
Los estados firmantes —entre los que se encuentran: Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Santa Lucía—, indicaron que los comicios “organizados por el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro, carecen de legalidad y legitimidad porque fueron llevados a cabo sin las mínimas garantías de un proceso democrático, de libertad, seguridad y transparencia, ni de integridad de los votos, ni la participación de todas las fuerzas políticas, ni de observación internacional”.
El documento firmado por varios de los países que conforman el llamado grupo de Lima también llamó a la comunidad internacional a que pronunciase su rechazo al proceso y a apoyar los esfuerzos “para la recuperación de la democracia, el respeto a los derechos humanos y el Estado de derecho en Venezuela”. De igual manera pidió a los líderes opositores del país a poner por encima los intereses de Venezuela y comprometerse de manera urgente a “un proceso de transición, definido e impulsado por los venezolanos, para encontrar una salida pacífica y constitucional”.
De igual manera otros gobiernos del mundo han expresado su rechazo a las elecciones del 6-D, como el Gobierno de Reino Unido, que además manifestó seguir apoyando a Juan Guaidó como Presidente Encargado Interino.
Ganó la abstención
Según los datos ofrecidos por la presidente del CNE, Indira Alfonso —sancionada a principios de 2018, por el gobierno de Canadá por atentar contra la democracia y los derechos humanos en Venezuela y en 2020 por el Departamento del Tesoro de EE.UU.— la participación con el 82,35% del escrutinio era de tan solo 31%, la mayor abstención en este tipo de comicios desde 2004, cuando solo el 25% de los votantes acudieron a las urnas y una cifra que queda muy lejos del 74% obtenido en los elecciones parlamentarias de 2015, cuando ganó la oposición.
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Ante esta abstención masiva varios personajes de la política nacional e internacional se manifestaron en contra de los comicios. Como Juan Guaidó que manifestó a través de un vídeo en sus redes sociales que “la mayoría de los venezolanos habían dado la espalda a Maduro y a su fraude electoral”. Recordando que el propio Guaidó convocó una consulta popular que tiene como objetivo de hacer frente al régimen y ser una “estrategia ciudadana para expresarse”.
De igual manera el Secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo, había tildado de “farsa” a estas elecciones a través de su cuenta de Twitter. Cabe recordar que Washington lidera la presión contra Maduro con sanciones económicas a Venezuela, incluido un embargo petrolero vigente desde abril de 2019. También la Organización de los Estados Americanos (OEA) había expresado su rechazo al proceso y la Unión Europea los desestimó argumentando que no eran “creíbles”.
Reconocimiento que no importa
Hace un par de semanas en un acto político del régimen, Delcy Rodríguez admitió que “No nos importa el reconocimiento internacional de las elecciones”, Rodríguez acusó principalmente, a Estados Unidos y Europa como gobiernos “desestabilizadores que intentan imponer resultados ‘obligados’.
“Quienes se creen los dueños del mundo, Estados Unidos, los países europeos, creen que son ellos los que le dan vida a un resultado electoral. No nos importa porque quien tiene que hablar en las elecciones de Venezuela es su pueblo, no ningún Gobierno, ni en Estados Unidos ni en Europa ni en el vergonzoso cartel de Lima -en referencia al Grupo de Lima-”, dijo Rodríguez, durante un acto con estudiantes.
Sin embargo, el expresidente de España José Luis Rodríguez Zapatero, que estuvo en Caracas como veedor internacional de las elecciones dio unas declaraciones en la sede del CNE pidiendo a la UE que revise su política con Venezuela tras estas elecciones y se aleje de la postura de sanciones y bloqueo de EEUU. Asegurando que Maduro “es un hombre de diálogo y de paz”. Al igual que Zapatero otros veedores internacionales que certificaron el proceso electoral fueron: Evo Morales, Rafael Correa, Manuel Zelaya y Piedad Córdoba.