Luego de permanecer en el exilio por más de un año, Evo Morales regresó a Bolivia el pasado 9 de noviembre tras el triunfo electoral de Luis Arce en las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo en el país andino hace poco menos de un mes. Y tan solo 10 días después de su arribo, el ex mandatario ya volvió a la política al reasumir la presidencia de su partido Movimiento al Socialismo (MAS).
El ex presidente de Bolivia dio a conocer la noticia en una rueda de prensa que brindó a los medios comunicación en la ciudad de Cochabamba, tras una convención realizada, el martes 17 de noviembre, con miembros importantes del “masismo” y varios dirigentes sindicales afines a su partido. “De consenso decidimos que a partir de este momento yo (Evo) asuma la presidencia del Movimiento al Socialismo (MAS) y de las federaciones del Chapare (cocaleros) “, sostuvo el ex gobernante. Este fue el primer encuentro que mantuvo Evo con los medios tras su llegada al país.
Morales también anunció que el próximo sábado 21 de noviembre se efectuará un Congreso Nacional del MAS, en la que se evaluará la campaña de las recientes elecciones generales que ese partido ganó con el 55,1 %. A dicho Congreso estarán invitados el presidente del país, Luis Arce; el vicepresidente, David Choquehuanca, y los presidentes de las cámaras de Senadores, Andrónico Rodríguez, y de Diputados, Freddy Mamani, todos miembros del MAS.
El poderío del MAS en Bolivia
El Movimiento al Socialismo – Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) es un partido político boliviano refundado en 1997 –presidido desde ese año por Morales–, que como bien lo dice su nombre tiene bases políticas socialistas, antiimperialistas, indigenistas y marxistas. Para finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI el MAS tuvo una representación minoritaria en el Parlamento y estuvo presente en las principales protestas de la nación reclamando la recuperación de la propiedad estatal plena sobre el gas y otros hidrocarburos.
Para 2002 el MAS se convierte en la segunda fuerza política de Bolivia al alcanzar más del 20% de los votos en las elecciones parlamentarias de aquel año; quedando solo por detrás del Movimiento Nacionalista Revolucionario, cuyo presidente Gonzalo Sánchez de Lozada gobernó al país. Sin embargo, solo pasaron tres años, hasta las elecciones generales de 2005, cuando el partido de Morales ganó con más del 50% de los votos. Desde su asunción Morales fue un aliado de los gobiernos de izquierda de la región, especialmente del de Hugo Chávez.
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Desde ese momento y hasta la actualidad, el MAS se ha presentado a 4 elecciones generales (presidenciales y parlamentarias) ganando todas, siempre con más del 50% de los votos; a excepción de las elecciones de 2019, que fueron anuladas luego de ser catalogadas de fraudulentas. Y también estuvo presente en tres referéndums dos de los cuales ganaron y uno que perdieron en 2016, donde se quería modificar la constitución para que el presidente pudiese ser reelecto indefinidamente.
El corto exilio de Evo
El ex mandatario había sido declarado ganador de las elecciones de octubre de 2019, y dirigiría a la nación andina por cuarto periodo consecutivo, pero estas elecciones fueron anuladas por denuncias de fraude a su favor, mismas que Morales niega y que son investigadas penalmente. Pocos días después Evo anunció su renuncia a la presidencia alegando que era forzado por un supuesto golpe de Estado.
Luego de su renuncia partió a México dende recibió el asilo político que le ofertó el presidente de aquella nación Andrés Manuel López Obrador –militante de izquierda a fin a Morales–, allí solo permaneció un par de semanas y luego tomó rumbo a Argentina, donde permaneció durante por los subsiguientes meses. Y antes de su retorno a Bolivia el pasado 9 de noviembre tuvo una visita fugaz por Venezuela, para reunirse con Nicolás Maduro, a quien obsequió un libro. Sin embargo, no quedó ningún registro audiovisual de esta reunión.

Mientras Morales vivió en Argentina, el vicepresidente del MAS, Gerardo García, tomó las riendas del partido de manera interina. Pero el estar lejos de Bolivia no le prohibió a Evo de participar de las elecciones de ese país, ya que el exmandatario fue jefe de campaña del hacia las elecciones generales que ganó Arce, y ahora es previsible que repita ese rol hacia los comicios subnacionales.