
El régimen comunista tiránico de Corea del Norte exhibió en un desfile televisado una serie de misiles balísticos intercontinentales el día sábado que demostraron el poderío de la nación ermitaña asiática por primera vez en dos años.
El misil, mostrado en un mega camión con once ejes sería uno de los misiles balísticos intercontinentales móviles más grandes del mundo de entrar en operatividad.
Kim Jong-un también mostró una serie de misiles Hwasong-15, los cuales fueron estrenados entre 2017-2018 y son los misiles con mayor largo alcance que el régimen tiránico comunista jamás haya puesto en servicio —apuntados hacia Occidente.
Autoridades estadounidenses y surcoreanas expresaron su preocupación sobre este despliegue de arsenal nuclear y calificaron al show militar de Kim Jong-un como «decepcionante», al tiempo que hicieron llamados a Corea del Norte para retomar las políticas de desarme nuclear en la península Coreana.
El desfile conmemoraba el septuagésimo quinto aniversaio de la fundación del Partido de los Trabajdores norcoreanos. Este despliegue militar es el primero en su clase desde 2018, cuando el presidente de EEUU Donald Trump se reunió con Kim Jong-un.
En una alocución de casi media hora, visiblemente sudado —a pesar del frío clima nocturno de esas latitudes— se pudo ver a Kim Jong-un haciendo su aparición a medianoche, vestido con corbata y traje gris. Kim saludó desde su palco a la multitud que estaba reunida y aceptó ofrendas florales traídas a sus manos por niños pequeños.
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«Continuaremos construyendo nuestro poderío de defensa nacional y [métodos] disuasivos de guerra autodefensiva», expresó Kim Jong-un desde su palco presidencial rodeado de engominados generales. El dictador norcoreano culpó a las sanciones, tifones y al COVID-19 de impedirle poder brindar progreso económico a su país. «Estoy avergonzado de que nunca he podido repagarles a ustedes su enorme [voto de] confianza. […] Mis esfuerzos y devoción no fueron suficientes para sacar a nuestro pueblo de las dificultades.»
Los desfiles militares norcoreanos son altamente coreográficos, con miles de tropas marchando en formación en una marcha casi balletista, acompañada de tanques y jets que lanzaban bengalas y fuegos artificiales.
Corea del Norte insiste en que su política armamentista es de carácter defensivo, el costoso programa nuclear de ese país es uno de los principales dolores de cabeza para la región asiática y siempre causa ojeriza entre la dirigencia americana.
El tiránico régimen comunista norcoreano es una especie de dictadura secular con un enorme culto a la personalidad de abuelo, padre e hijo: Kim Il-sung, Kim Jong-il y ahora Kim Jong-un. Cada uno, durante décadas han gobernado con mano de hierro y brutal represión el territorio y los pobladores al norte del paralelo 38. Corea del Norte es un país donde no hay libertad de prensa, hay hambrunas mortales y los disidentes son enviados a cruentos campos de concentración.
Acuerdos nucleares en el limbo
Para los gobiernos de Corea del Sur y Estados Unidos, los acuerdos para la no-proliferación de armas nucleares en la península Coreana son de fundamental importancia. Donald Trump inició una ronda histórica de acuerdos con Kim Jong-un. Tras la manifestación de baja intensidad de poderío militar de cara a las elecciones presidenciales estadounidenses del tres de noviembre, este desfile luce como una afrenta directa tanto a Trump como a Biden.
No hay casos de COVID-19 en Corea del Norte
De acuerdo a la narrativa oficial del régimen tiránico de Corea del Norte, en ese país ermitaño y recluso no hay casos de Coronavirus —algo que tanto EEUU como su vecina Corea del Sur ponen en tela de duda. Los asistentes al desfile no fueron vistos usando mascarillas. Kim lució conmovido cuando agradeció a sus tropas su sacrificio al responder a los tifones y al prevenir un brote de COVID-19 en ese país.