Cuando tan solo falta una semana para que inicie un juicio político en su contra el expresidente de Estados Unidos, Donald J. Trump decidió despedir a sus principales abogados para el caso, Butch Bowers y Deborah Barbier.
Ambos abogados de Carolina del Sur, ya no forman parte del equipo de defensa del cuadragésimo quinto presidente de EE.UU., mientras que Greg Harris y Johnny Gasser, dos exsecretarios de Justicia de Carolina del Sur, también salieron del equipo.
Según informó CNN en español la decisión de separase fue “mutua” y que principalmente se debió a las diferencias de opinión sobre el caso que mantenían estos dos abogados, el expresidente y el resto del equipo judicial de Trump.
Pero, las vacantes que quedaron ya fueron ocupadas por David Schoen y Bruce L. Castor, Jr. quienes ahora serán los abogados principales en el juicio. Según ha manifestado la mayoría de la bancada republicana y los colaboradores de Trump, los abogados piensan hacer un argumento sencillo en el juicio: que el proceso es anticonstitucional porque él ya no está en el cargo.
El cuadragésimo quinto presidente de EE.UU habría tenido dificultades para encontrar un grupo de abogados dispuesto a defenderlo a casa y espada en este polémico caso que ha suscitado una campaña mediática sin precedentes en su contra. Cabe destacar que Trump es el primer presidente de la historia de aquel país en ser impugnado en dos ocasiones.
Estos cambios de último momento generan gran incertidumbre en lo referente a la preparación y estrategia que mantendrá el equipo de abogados de Trump. El republicano es acusado de haber incitado la «insurrección» que se produjo en el Capitolio de Washignton el pasado 6 de enero, mientras en la sede se certificaban los votos del Colegio Electoral que le dieron el triunfo en las elecciones al actual presidente Joe Biden.
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Durante en transcurso de la semana pasada toda la bancada de senadores republicanos —a excepción de 5— votaron a favor de desestimar el caso antes incluso de que comience, dejando un claro mensaje de que es altamente improbable que Donald Trump sea condenado independientemente de cuál sea su equipo de defensa.