Estados Unidos se encuentra en un limbo. Un día después de las elecciones presidenciales, los equipos de campaña de Trump y Biden se han señalado como victoriosos mientras todavía se cuentan los votos en Estados clave y proliferan denuncias de irregularidades en el proceso.
En la madrugada de este miércoles 4 de noviembre, Biden emitió una rueda de prensa en la que poroyectaba una victoria para el Partido Demócrata y anunciaba que el resultado de la contienda tardaría en saberse, apelando al retraso en el conteo en varios Estados decisivos debido a los votos por correo.
Menos de una hora después, Donald Trump ofreció una conferencia en la Casa Blanca donde aseveró «francamente, nosotros ganamos esta elección. En lo que me concierne, ya ganamos».
Asimismo, Trump aseveró que los Demócratas estaban cometiendo un «fraude contra el pueblo americano», argumentando que se había paralizado de forma injustificada el conteo de votos en varios Estados en los que el conteo se proyectaba a su favor, con el temor de que pudiesen revertir el resultado artificialmente mediante los votos por correo.
«Esto es un gran fraude», repitió el Presidente de los Estados Unidos. Seguido de Trump, el vicepresidente Mike Pence tomó la palabra para asegurar que todos los votos legales seguirían contándose y que él consideraba que Trump estaba camino a la victoria.
Miembros del Comité Nacional Republicano y de la campaña de Trump dijeron a McClatchy que están movilizando a una enorme red de abogados para presentar demandas en una serie de estados clave, cuestionando los resultados y el conteo de los votos más allá del 3 de noviembre.
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Desde hace meses el equipo de Trump ha mostrado dudas sobre los problemas que traería una votación por correo masiva. A medianoche, Trump ya había escrito en Twitter que los demócratas “están tratando de ROBAR las elecciones. Nunca les dejaremos hacerlo. ¡No se pueden emitir votos después de que se cierran las urnas!”. Este contenido al igual que todo lo que ha tuiteado Trump en la mañana de este miércoles ha sido censurado por Twitter como “engañoso”.
Ambos candidatos se declaran como ganadores mientras surgen irregularidades
En la mañana del miércoles la pugna informativa no ha cesado y las dudas sobre la validez de los resultados han emergido como consecuencia de denuncias de distintas irregularidades.
El equipo de campaña de de Biden se pronunció mediante su abogado, Bob Bauer, para asegurar: «Estamos ganando la elección. Hemos ganado la elección. Y vamos a defender la elección».
Por su parte, el equipo de campaña de Trump ha reiterado sus denuncias sobre la paralización del conteo en Estados clave, especialmente luego de que en la madrugada se revirtieran los resultados de forma abrupta para Biden en Estados como Michigan, después de que fue agregado un lote de 128 mil votos por correo que sospechosamente todos estaban destinados para Biden (ni uno solo para Trump) y que a su vez serían suficiente para dar victoria a Biden.
Respecto al estado clave Wisconsin, el coordinador de campaña de Trump, Bill Stepien, ya anunció formalmente que «ha habido reportes de irregularidades en numerosos condados de Wisconsin que han elevado serias dudas sobre la validez de los resultados. El Presidente está dentro del umbral para solicitar un recuento y lo haremos de inmediato».
Trump tuiteó esta mañana: «Anoche estaba liderando, incluso solidamente, en muchos Estados clave, casi todos controlados por los Demócratas. Luego, uno por uno empezaron a desaparecer mágicamente a medida que se contaban papeletas sorpresa. MUY EXTRAÑO. Y las encuestas se equivocaron completa e históricamente».
También se han presentado irregularidades con cambios en los escrutinios en Arizona, donde los medios reportaban un escrutinio de 96% de los votos que favorecían a Biden, y posteriormente tuvieron que aclarar que el conteo todavía estaba por 86%.
El panorama es que los resultados definitivos tardarán en llegar. Los invitamos a seguir la cobertura en vivo de la web de Factores de Poder en este enlace.
