Desde que asumió la presidencia de Estados Unidos el pasado 20 de enero, Joe Biden se ha centrado en cumplir varias de sus promesas electorales, entre las que destaca el cambio de la política migratoria que EE.UU. venía manteniendo durante el gobierno del ex presidente Donald Trump.
Según datos suministrados por la ONU, EE.UU. es el país con mayor número de inmigrantes en el mundo, con una cifra que roza los 51 millones de inmigrantes —lo que supone el 15% de la población estadounidense— de los cuales, aproximadamente 12 millones son indocumentados.
Sobre este último grupo llegó una de las primeras medidas del cambio de política migratoria, ya que el presidente Biden emitió una orden para hacer pausa a las detenciones y deportaciones de la mayoría de indocumentados e instruyó al Departamento del Interior a diseñar criterios más limitados para la deportación.

De igual manera el primer mandatario estadounidense habría propuesto iniciar una reforma migratoria integral, en búsqueda de legalizar a los indocumentados y cambiar algunos elementos del sistema migratorio que a día de hoy rige en EE.UU. Sin embargo, este cambio luce un poco más complicado, debido a que requiere la aprobación del Congreso —que no está muy convencido en una reforma migratoria— a pesar de los demócratas tener mayoría en ambas cámaras.
La administración del cuadragésimo sexto presidente de Estados Unidos, también mostró interés en cambiar las políticas migratorias en el tema DACA —jóvenes que llegaron a EE.UU en su niñez— y aprobar su legalización como ciudadanos estadounidenses. Por último y no menos importante, el gobierno de Biden señaló que buscará ofrecer protección humanitaria a quienes huyen de la violencia en sus países de origen y extender opciones de trabajo legal a los indocumentados.
Piden calma a las caravanas de inmigrantes
A pesar de que desde el ejecutivo estadounidense se esté impulsando el proyecto de reforma migratoria, no implica que los cambios se produzcan inmediatamente. Esto lo dejó muy claro Roberta Jacobson, asistente especial del presidente Biden y coordinadora de la frontera sudoccidental del país norteamericano.
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En una conferencia de prensa, Jacobson aseguró que: “somos muchos republicanos y demócratas en Estados Unidos que entendemos que es esencial cambiar la situación de los indocumentados. Incluso las encuestas dicen que la mayoría está a favor. Esta administración está comprometida y soy optimista de que lo logrará, pero eso no quiere decir que será fácil”. Pero, mientras la iniciativa busca aprobación, son miles las personas que se desplazan en caravanas por Centro América y México buscando llegar a la frontera con EE.UU.
Esta administración está comprometida y soy optimista de que lo logrará, pero eso no quiere decir que será fácil
Roberta jacobson, coordinadora de la frontera sudoccidental de EE.UU.
“A los migrantes les queremos decir que la situación en la frontera no ha cambiado. Usted se pone en peligro, a su familia y a sus acompañantes lanzándose a venir a Estados Unidos, sobre todo en el contexto de una pandemia. No es el momento de venir, los requisitos no cambiaron todavía. Nadie los va a dejar entrar. Hay información falsa divulgada por los traficantes de personas. La administración Biden quiere un proceso justo y humano en la frontera, pero va a tomar tiempo en ocurrir”, aclaró, Jacobson.

La asistente especial del presidente Joe Biden, también fue enfática y optimista acerca de las relaciones que mantendrán con los países latinoamericanos durante este periodo de cuatro años.
«Personalmente he viajado a Latinoamérica en 18 ocasiones con Joe Biden. Él conoce la región y entiende sus problemáticas, debemos atacar las causas que generan una inmigración desmedida, como la pobreza o la inseguridad. El presidente Biden tiene una frase que resume su pensamiento de cooperación. Siempre dice no se trata de lo que EE.UU. pueda hacer por Latinoamérica, sino de lo que juntos puedan hacer”, finalizó, Jacobson.