Este martes EEUU entra oficialmente en su batalla electoral. Desde tempranas horas abrieron los centros electorales y el pueblo estadounidense decidirá si le entrega el poder por otros cuatro años a Donald Trump o si le da el voto de confianza al demócrata Joe Biden.
Hasta ahora se conoce que 100.263.529 estadounidenses apelaron al voto por correo o al sufragio presencial adelantado, lo que representa una cifra sin precedentes en la nación norteamericana. Se estima que voten alrededor de 50 o 60 millones más de ciudadanos y, tomando en cuenta que en las presidenciales pasadas participaron 139.000.000 personas, las de este 3 de noviembre apuntan a rebosar dichos números.
Todo esto debido a las altas expectativas creadas sobre este proceso y el hecho de que en estos comicios los ciudadanos pudieron votar de forma anticipada como lo hicieron ambos candidatos, o emitir su voto vía correo debido a la pandemia del COVID-19.
La presión en el ambiente es inminente. Muchos hablan de posibles actos violentos por parte de los ciudadanos del bando que resulte perdedor. Esto, porque mucho se ha comentado sobre una posibilidad que sea cual sea el bando perdedor, podrían “no reconocer” los resultados. Por esta razón, varios locales, empresas y negocios han reforzado la seguridad en sus sedes, han tratado de blindar con placas de madera todas las vidrieras y fortalecer las cerraduras.
Los primeros escrutinios serán emitidos la noche de este mismo martes. Aunque el proceso de totalización podría extenderse por unos días, según revelan fuentes internacionales.
