«En este segundo año no voy a poner la otra mejilla, sino que voy a tender la mano para trabajar juntos en beneficio del pueblo», dijo el mandatario peruano.
El presidente peruano, Pedro Castillo, acudió el jueves (28/07/2022) al Congreso para presentar el balance de su primer año de gestión, en el que se iniciaron cinco investigaciones por corrupción en su contra, pero fue desairado por las bancadas de la oposición a las que tendió la mano y despidió entre fuertes gritos.
El Jefe del Estado se ciñó a la agenda oficial del aniversario de la independencia, visitando el Parlamento para explicar las políticas llevadas a cabo en sus primeros doce meses de mandato y el trabajo que tiene previsto para los próximos cuatro años. Sin embargo, el discurso del Presidente estuvo teñido de tensión política desde el principio, cuando recordó que no tuvo «ni un momento de paz» por parte de los partidos políticos que no habían aceptado su victoria en las urnas y que había sido acusado de corrupción sin pruebas.
«Recibí una bofetada de quienes no aceptaron que perdí legítimamente en las elecciones presidenciales con el voto consciente del pueblo peruano. En este segundo año, no pondré la otra mejilla, sino que me uniré a ellos para trabajar juntos en interés del pueblo», dijo Castillo en medio de las protestas de los congresistas. Con este espíritu, Castillo llamó a las bancadas a «trabajar juntos para construir un país mejor, más próspero, democrático, inclusivo y solidario, sin ningún tipo de discriminación, con igualdad de derechos y oportunidades para todos».
Como resultado, varios legisladores de partidos ultraconservadores como Renovación Popular y Avanza País abandonaron la sala cuando Castillo comenzó a explicar las medidas y los logros en diferentes áreas de la política, la economía y los programas sociales.
El legislador de Renovación Popular, José Cueto, dijo que abandonó el pleno por considerar «una vergüenza nacional que una persona investigada por corrupción y crimen organizado empañe el cargo de Presidente de la República». Toda la bancada de Renovación Popular abandonó la sala «ante los insultos de Castillo», según informó el partido en sus redes sociales.
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Por su parte, la diputada de Avanza País, Norma Yarrow, dijo que «no podía quedarse de brazos cruzados ante las burlas y calumnias de Castillo», tras acusarle de faltar al respeto al pueblo peruano. «¿Viene a pecharnos (llamar la atención) o a amenazarnos?», se preguntaba el legislador en un mensaje compartido en Twitter.
Por su parte, la ex rival electoral de Castillo y fundadora del partido Poder al Pueblo, Keiko Fujimori, dijo en Twitter que su escaño había dejado que el presidente diera su mensaje para «transmitirle al final lo que la mayoría de los peruanos le están diciendo: ‘¡Renuncia, corrupto!», mencionando el incidente en el que sus legisladores habían gritado al jefe de Estado. Y si no lo hace, será el pueblo y sus representantes quienes pongan fin a este nefasto gobierno», dijo la hija del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), actualmente investigado por lavado de dinero.
Tras su discurso en el Congreso, la Sra. Castillo, acompañada de su familia y de ministros de Estado, regresó al edificio del Gobierno en medio de calles vacías y rodeada de una fuerte protección policial. Como última actividad oficial del día, Castillo fue recibido por las más altas autoridades del Estado y el cuerpo diplomático del país en una recepción en el Palacio de Gobierno.
ama (efe, afp,dw)