por Cosmo de la Fuente
La fuga de Leopoldo: ¿una maniobra chavista?
Si lo vemos desde el punto de vista humano, la “fuga” de Leopoldo López sin duda debe considerarse un éxito. Reencontrarse con su esposa e hijos, con su padre y madre, que ya están en España, es lo que cualquiera de nosotros, en su lugar, hubiera deseado. No puedo condenar esto.
Pero si queremos hablar de Venezuela, debemos hacer una premisa: la fuga de Leopoldo sin duda fue negociada entre España, Europa y el narcodictador Nicolás Maduro.
Se abren «escenarios nuevos y habituales», un oxímoron que representa a la oposición venezolana, que en su casi totalidad no ha hecho más que negociar con ese régimen que tanto critica con solo palabras.
Esa oposición que olvida a los muchos y auténticos presos políticos, algunos de los cuales murieron en la cárcel, que dieron todo por la libertad de Venezuela. Son personas que saben perfectamente cómo se produjeron acuerdos y traiciones y que por ello podrían revelar los movimientos criminales de quienes están en el poder y de aquellos que hoy dicen representar esa oposición que, como se mencionó anteriormente, ha pactado con la tiranía llegando a apoyar elecciones falsas. Elecciones en dictadura, como las de Cuba, país maestro en esas farsas, que son sólo una cortina de humo para el mundo.
Leopoldo López es una figura importante del partido Voluntad Popular que nunca ha ocultado pertenecer a la corriente Internacional Socialista que para Sudamérica no es el «socialismo» como lo ven —por ejemplo— en Italia, más bien es el chavismo.
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¿Cuáles serán los próximos pasos?
Seguramente Europa, con la ayuda de la España de Pedro Sánchez se hará cargo de López, que se convertirá, también gracias a los «libertarios» europeos que no han entendido mucho, la voz de Venezuela. Europa apoyará al prófugo, que seguramente gozará de inmediato de la ciudadanía española, convirtiéndose en un icono, imponiendo su punto de vista que, como reiterado, nunca se distanciará de esa izquierda que contagia y hunde a América Latina. No olvidemos que su padre, Leopoldo López Gil, es ciudadano español y diputado al Parlamento de la Unión Europea. Se llegará así a esa farsa electoral, que es la promesa de pago por su libertad.
Cada vez será más difícil para Europa entender cuál es el proyecto de la izquierda, que está extinguiendo los valores de la libertad y confundiendo —con mucha habilidad— las ideas sobre lo que realmente se vive en los países víctimas de los dictadores rojos, incluida Venezuela. Negociar con el despotismo es útil sobre todo para el opresor y, en segundo lugar, para cierta oposición que tiene y mantiene sus propios beneficios.
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Un dato importante a tener en cuenta es que en Venezuela no existe un verdadero partido libertario o de derecha. Ni siquiera uno. Los partidarios de la libertad y del desarrollo de Venezuela están en el exterior (o presos), son los perseguidos y que nunca han sido aceptados por la narcodictadura para asumir el papel de oposición, porque serían REALMENTE opositores.
El socialismo venezolano refuerza sus filas comenzando por España. Esa oposición que ha mantenido a la izquierda en el poder durante décadas, de la cual Guaidó es una pieza y que para muchos todavía representa una incógnita que poco a poco se ha convertido en una desilusión tangible.
La fuga de Leopoldo López fue organizada, según el periodista venezolano Eduardo Flores quien, en Panampost del 24 de octubre escribe:
“No hubo fuga ni se burlaron los entes represivos del régimen como lo aseguró Juan Guaidó. Lo que hubo fue un pacto donde incluso se obtuvo el visto de Nicolas Maduro. Pues hay que tener claro que el régimen tiene el control y nadie mueve un dedo sin su autorización, es decir, Leopoldo sale a Madrid con la autorización de Maduro.
El dirigente de Voluntad Popular no burló el aparato represivo del régimen. El aparato represivo del régimen lo ayudó. Es absurdo intentar hacer creer que en medio de una pandemia alguien puede salir de una embajada custodiada por funcionarios del Sebín y el FAES, atravesar unos 900 km del país hasta llegar a la frontera y pasar al lado colombiano sin ser detectado. Recordemos que debido a la cuarentena las carreteras del país están militarizadas y solo transita quien cuente con un salvoconducto. Además, se requieren altas sumas de dinero en moneda extranjera para sortear las extorsiones que se presentan en el camino”.
La opinión de Eduardo Flores es la de muchos. Pero estamos acostumbrados a estos shows, estos espectáculos que, exactamente como los «montados» por el régimen, crean confusión e ilusiones en los venezolanos. El pueblo venezolano sigue bebiendo de la fuente de la mentira santificando a todo aquel que diga: «aquí me tienen, soy el nuevo salvador».
Lograremos ser libres cuando seamos conscientes de lo que se organiza detrás de nosotros.
Veremos qué posición toma la política italiana delante de la figura de Leopoldo López, esos representantes políticos que ya está convirtiendo a Leopoldo López en un ídolo. Un hombre que seguirá salvando al chavismo maquillándolo en un socialismo que tanto le gusta a los políticos italianos y europeos.
Ese chavismo que ha reducido a Venezuela en una nación que fomenta el crímen organizado y se mantiene al poder masacrando y sacrificando a millones de venezolanos.
Si por un lado hay nefastos partidos italianos que apoyan al régimen del narcodictador por otro lado están los ingenuos que, repito, no han entendido el juego de la sucia política venezolana.
La pregunta que se hacen muchos venezolanos es: si después de más de veinte años esta ambigua oposición no ha hecho su trabajo, ¿por qué debería hacerlo ahora que el dictador ha dado su autorización?
La idea de que se pueda salir sólo a través de una intervención externa que no provenga de países cómplices como Irán, Rusia y China es cada vez más compartida y para muchos se está convirtiendo sólo en un deseo inalcanzable por el largo tiempo transcurrido de tanta traición.