
Desde hace más de dos semanas Costa Rica vive fuertes protestas a nivel nacional acompañadas de una intensa represión por parte de los organismos de seguridad. Un país del que raramente llegan noticias de este tipo, hoy se encuentra en una situación de conmoción social.
Esta serie de acontecimientos se ha ido desencadenando progresivamente a partir de bloqueos de autopistas y carreteras principales con el fin de paralizar el país.
Varias de estas protestas se han tornado peligrosas y violentas, particularmente en la noche. Inlcuso, la embajada de los Estados Unidos ha recomendado a todos sus viajeros revisar y reestructurar sus planes de viaje, según el desarrollo de las manifestaciones para poder tomar previsiones.
Además, la embajada norteamericana ha recomendado utilizar aplicaciones de GPS en tiempo real, antes de cada salida, para proporcionarse de información segura y concisa.
A través de un comunicado, el ministro de seguridad de Costa Rica, Michael Soto, denunció la presunta infiltración de grupos delictivos organizados a las protestas con el objetivo de generar los enfrentamientos violentos.
¿Por qué protestan?
Las protestas inician como respuesta a la negociación de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por parte del gobierno costarricense. A través de este convenio, el país se encontraba a la espera de 1,750 millones de dólares que serían utilizados para equilibrar las finanzas públicas que venían en proceso de decadencia y cuyo déficit terminó de agudizarse con la llegada de la cuarentena.
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Según las condiciones del FMI para la negociación del préstamo, 80% del acuerdo consistiría en la implementación de nuevos impuestos en Costa Rica; entre ellos el Impuesto sobre la Renta y el Impuesto de Bienes Inmuebles, los cuales afectarían a varios sectores de la población costarricense.
El otro 20% consistía en la venta al Fondo Monetario Internacional, del Banco Internacional de Costa Rica, la Fábrica Nacional de Licores y una gran serie de propiedades.
Este acuerdo se encontró con numerosos grupos y manifestantes espontáneos que consideraron inaceptable esta operación de venta, así como la subida de impuestos.
¿Qué dice el Gobierno?
Después de que se iniciaran las protestas, Carlos Álvaro, presidente del territorio costarricense, detuvo las negociaciones del acuerdo. De igual manera, el FMI le otorgó un crédito al mandatario de 508 millones de dólares.
El argumento de la administración, ante la negociación de los 1,750 millones, se basaba en “un plan para superar el impacto fiscal de la pandemia y ayudara a paliar los efectos de la crisis económica”, expresó el primer mandatario del país.
Aunado a la implementación de impuestos, los recortes del gasto público y las medidas de confinamiento, la tasa de desempleo alcanzó una cifra histórica en el país del 24%.
¿Por qué Costa Rica buscó un préstamo del FMI?
Debido al déficit fiscal, expresado en un 9% del Producto Interno Bruto (PIB), el Estado presenta una deuda pública superior al 70 por ciento del PIB. Aunado a esto, se prevé que la economía se contraerá en un 5% este año, gracias a los efectos generados por las medidas de cuarentena.
De igual forma, el presidente ha comenzado con un proceso de reuniones para estudiar la situación mediante un llamado al diálogo abierto, para así tomar nuevas decisiones que no generen el rechazo social que hoy muestra una parte del país.