En el Golfo de Paria, frente a la costa venezolana y cerca de Trinidad y Tobago, se encuentra el buque petrolero Nabarima. Este no solo se encuentra varado, inoperativo y con riesgo de hundimiento, sino que además representa una amenaza de derrame de los miles de barriles de crudo que posee en su interior, lo cual sería un nuevo desastre ecológico para Venezuela y el mundo.
Según Reuters, la embarcación está siendo reparada, pero 1,3 millones de barriles de petróleo han quedado atascados en el barco con peligro de desbordarse en el mar abierto. Igualmente, señalaron que la instalación flotante es operada por Petrosucre en alianza con la petrolera estatal venezolana Petróleos de Venezuela (PDVSA) y la italiana Eni.
Sobre el por qué no se ha descargado el crudo que lleva el buque, la respuesta más común la atribuyen a las sanciones de EEUU. Las diversas compañías afirman “tener que esperar autorización” de la nación norteamericana para involucrarse en el proceso sin ser sancionados.
De acuerdo con la misma agencia de noticias, un portavoz de Eni dijo que la compañía había solicitado una «luz verde» del gobierno de Estados Unidos «para evitar cualquier riesgo de sanciones» al momento de la descarga.
Sin embargo, la estatal PDVSA señaló este 19 de octubre que planean descargar el buque mediante la transferencia de barco a barco, pese a los riesgos ambientales. Pese a esto, no se manejan fechas certeras de cuánto ocurriría esto y la indiferencia gubernamental ha marcado esta situación que se denuncia desde agosto.
En imágenes recientes difundidas en redes sociales que datan de hace más de un mes, se ve al barco inclinado hacia un lado. Se reporta que el buque ya fue estabilizado, sin embargo estas fotografías reflejan la situación precaria en la que se encuentra. Una nueva inclinación complicaría más el proceso y aumenta el riesgo de desastre ambiental.
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La información que se maneja hasta el momento es que el barco está siendo reparado, y aunque esto no disminuye la peligrosidad del asunto, cada minuto que pasa varado puede costar una grave consecuencia para el ecosistema.
Magnitud del posible derrame de Nabarima: impacto ambiental
Un derrame de petróleo significaría un daño ambiental enorme. En primer lugar, se trataría de una capa sobre el mar que impediría el contacto del sol con las especies marinas que dependen de la actividad solar para sus procesos de fotosíntesis.
En segundo orden, causaría daños en el sistema respiratorio de animales que viven en la zona superficial del mar, tales como las ballenas, delfines y tortugas. Incluso, animales que dependen del agua y que en caso tal, solo tendrían acceso a una contaminada por petróleo.
En el tercer punto, si se habla de la flora, influiría directamente en su sostenimiento por la contaminación producida.
Ahora bien, tomando en cuenta que una gota de petróleo puede contaminar alrededor de 25 litros de agua, la peligrosidad de un posible derrame de 1,3 millones de barriles debería ser una alarma enorme. Más aún cuando expertos aseguran que si esta tragedia ambiental se genera, sería cinco veces mayor que el derrame del Exxon Valdez en 1989.
Pues, cada barril de petróleo contiene 159 litros de crudo, por lo que afectaría a un sin número de especies de flora, fauna y a una cantidad inimaginable de kilómetros marítimos.
Derrames petroleros en Venezuela
La falta de inversión en las refinerías y la mala gestión de PDVSA han hecho que los últimos años el país manche con petróleo los mares cercanos.
Un informe publicado por la ONG Provea en el año 2018 refleja que “en seis años PDVSA derramó 856.722,85 barriles de petróleo al medio ambiente”.
“Desde el año 2010 y hasta 2016, la “roja rojita” (PDVSA) y sus contratistas y filiales, han sido responsables de 46.820 derrames de crudo y otras sustancias contaminantes del ambiente, con un total de 856.722,85 barriles de crudo derramados. 30.674 de esos derrames afectaron cuerpos de agua como los ríos Guarapiche y San Juan, poniendo en riesgo a especies endémicas, dañando el equilibrio de la flora y fauna, y afectando las vidas y economías familiares de cientos de pobladores de estas zonas”, reveló el balance.
Esto, sin tener en cuenta el reciente derrame ocurrido en Morrocoy, Falcón, Venezuela, que todavía afecta a la región.
Finalmente, pese a la tragedia ambiental que podría generar la desatención del Nabarima, hasta el momento no hay fecha ni hora para que sea descargado el crudo del buque y se resguarde al ecosistema.