Una nueva desgracia embarga al pueblo de Venezuela luego que se conocería la terrible noticia del fallecimiento de al menos 19 balseros venezolanos en Güiria, estado Sucre, al naufragar cuando intentaban huir del país.
Según la información que se conoce, la embarcación “Mis Recuerdos” salió rumbo a Trinidad y Tobago el pasado domingo 6 de diciembre. No obstante, fue devuelta por la isla generando un naufragio que acabó con la vida de, hasta ahora, 19 ciudadanos incluyendo varios menores de edad.
De acuerdo con diversas fuentes, los migrantes fallecieron ahogados a poco más de 11 kilómetros del puerto de Güiria, en la Península de Paria, a muy poco de llegar a tierra firme.

En esta línea, David Smolansky detalló que de las 19 víctimas, 11 ya fueron identificadas. 7 de ellas eran adultos y 4 menores de edad.
Lamentablemente, este es un hecho que pudo haberse evitado si el gobierno de Trinidad y Tobago no violara el derecho de la no devolución y respetara los DDHH de cualquier migrante, independientemente de su nacionalidad.
Irónicamente, el régimen de Nicolás Maduro se había reunido días antes con las autoridades trinitarias, específicamente con los ministros de Relaciones Exteriores y Caricom, Amery Brown y Seguridad Nacional, Stuart Young, para tratar temas de “seguridad y movilidad urbana”.
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Sin embargo, más es la bulla que la realidad entre estas falsas relaciones diplomáticas. Pues, los balseros venezolanos llegaron a la isla en la embarcación y fueron devueltos al país de origen sin ningún tipo de contemplación.
Desafortunadamente, luego de naufragar por par de días, las autoridades ubicaron varios cadáveres en las costas de Güiria y desencadenaron la que sería de las más graves tragedias con migrantes venezolanos relacionados con Trinidad y Tobago.
Antecedentes del hecho en Güiria: el descaro de las autoridades de Trinidad y Tobago
Todo esto ocurre justamente tres semanas después de que un grupo de migrantes venezolanos, incluyendo 16 menores de edad, fuesen deportados de Trinidad y Tobago teniendo que permanecer 48 horas en altamar, aunque en esa ocasión y luego de una orden judicial, los venezolanos pudieron devolverse a la isla.
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A pesar de haber conmocionado al mundo con esa violación al derecho de la no devolución, las autoridades trinitarias siguen mostrando su peor cara. Ante esta situación, alegaron en su defensa que cualquier migrante que entre de manera ilegal sería declarado una persona indeseable y, posteriormente, deportado sin importar las condiciones.
Así fue como ocurrió con los balseros encontrados sin vida en Güiria desde la noche de este 12 de diciembre. Ellos llegaron a Trinidad y Tobago y las autoridades los deportaron sin consideración y sin importar lo que pasara con sus vidas.
Todos fallecieron ahogados y en las peores circunstancias. Huían de una crisis generalizada y encontraron la muerte y la indolencia no solo de los trinitarios sino del mismo régimen de Maduro que hasta ahora permanece bajo perfil con el tema.
Solamente se pronunciaron para “notificar” el hallazgo de 11 cuerpos en Güiria y para comentar que estarían “abriendo una investigación” de esas mismas que engavetan cuando les conviene.
Los que hoy reconocen a Maduro como un “presidente democrático” son los mismos que les cierran las puertas a los venezolanos que buscan nuevas oportunidades y los que promueven este tipo de desgracias.
Hoy fueron 19 venezolanos, mañana pueden ser más. Hoy son 19 familias y un país entero el que está en luto, mientras que quienes dicen hacer política en el país solo alardean con lo que les conviene de momento: las parlamentarias 2020 y la famosa consulta popular.
Desde Factores de Poder enviamos nuestras sentidas condolencias a los familiares y amigos de los 19 venezolanos que fallecieron en el lamentable naufragio en las costas de Güiria y rezamos por el descanso de sus almas.
