Venezuela finaliza el mes de noviembre con una devaluación de 50.90 % en su moneda nacional frente al dólar estadounidense, la divisa con que se completan la mayoría de las operaciones comerciales en el país y cuyo uso se ha diseminado a todas las capas sociales.
Según la cotización oficial que ofrece el Banco Central de Venezuela (BCV), un dólar estadounidense pasó de 515,919 bolívares a principios de mes a 1,050,811 al cierre de esta jornada.
Este aumento reportado por el ente emisor refleja que el precio de la divisa estadounidense se encareció un 103,68 % solo en noviembre, lo que ha causado el cambio prácticamente diario en las tarifas de productos y servicios en el país, así como el aumento brusco de numerosos alimentos o bienes en general.

Mientras tanto, en el mercado paralelo, que rige casi toda la actividad económica en el país, el bolívar se ha devaluado aun más. Allí, el dólar estadounidense se canjea hoy por 1,214,053 bolívares, un indicador que puede variar un poco hacia arriba o hacia abajo dependiendo del portal de referencia que se use, entre los numerosos que existen.
El bolívar ha pasado por dos procesos de reconversión monetaria: en 2008, perdió tres ceros y pasó a llamarse bolívar fuerte, mientras que, a mediados de 2018, le restaron otros cinco ceros con lo que fue rebautizado como bolívar soberano, el actual. En solo dos años,ya se necesitan un millón de esos soberanos para comprar un dólar.
Ante esa inestabilidad de la moneda local, Venezuela vive un proceso de dolarización de facto o “espontánea”, con lo que la mayor parte de los productos que se ofrecen a la venta se calculan en dólares, y existe la posibilidad de pagar en divisas o en bolívares. Muchos salarios del sector privado se han ido ajustando paulatinamente a un monto dolarizado.