Los expertos coinciden en que esta conversión no tendrá un impacto significativo en el poder adquisitivo de los venezolanos ni en el ahorro de la moneda del país.
En octubre entrará en vigor en Venezuela una nueva conversión del bolívar, apenas unos meses después de la introducción de tres nuevos billetes en el actual cono monetario. Esta sería la tercera conversión desde que Hugo Chávez le quitó tres ceros al bolívar, convirtiéndolo en Bolívar Fuerte en 2008, cuando Venezuela aún no estaba en hiperinflación. En 2018 entró en vigor el Bolívar Soberano con cinco ceros menos y, según un comunicado del Banco Central de Venezuela (BCV), el nuevo Bolívar Digital restará otros seis ceros. En total, se han eliminado 14 ceros del bolívar desde 2008.
DW habló con Ronald Balza, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello. Para el economista, la medida del BCV es aislada, para facilitar las transacciones electrónicas sin garantizar la estabilidad de los precios. «Esta reconversión es la segunda en hiperinflación, sin que se haya tomado ninguna medida para aumentar la transparencia oficial ni los ajustes presupuestarios para reducir la financiación monetaria», explica Balza.
Los economistas tienen muchas dudas sobre el anuncio de la nueva conversión, a pesar de que se esperaba desde hace meses. La información que ha proporcionado el gobierno de Nicolás Maduro sobre la reconversión sólo ha destacado la eliminación de seis ceros y ha anunciado una nueva familia de billetes y monedas. «En este sentido, no es diferente a la reconversión de 2018», aclara Balza, pero también «no se ha dicho nada sobre la disciplina fiscal, el plan de ahorro, el Petro o los precios de la gasolina, por ejemplo.»
Los expertos coinciden en que esta conversión no tendrá mayor impacto en el poder adquisitivo de los venezolanos ni en el ahorro de la moneda venezolana. Para Ronald Balza, lo único que podría beneficiarse de la medida es que, con menos ceros, «los bancos, el servicio de aduanas e impuestos, los comerciantes y los clientes podrán reducir el número de caracteres utilizados en sus sistemas informáticos», dice Balza, «pero eso es todo lo que hace». Además, los costes asociados a la asistencia técnica para calibrar el software que registra las impresiones fiscales es un gasto que afecta a las pequeñas y medianas empresas.
El dólar en la economía venezolana
El propio Nicolás Maduro ha reconocido que el dólar ha sido una «válvula de escape en Venezuela», aunque su gobierno no reconoce la dolarización de la economía del país. Con las medidas de reconversión monetaria anunciadas, no hay ningún plan económico más allá de quitar los ceros a la moneda para salvar el bolívar. Ronald Balza explica que la conversión no afectará el uso de dólares en Venezuela, sólo «la emisión de bolívares, la balanza comercial o la deuda externa son las que pueden cambiar las condiciones de dolarización en Venezuela; ninguna de ellas se ve afectada por la conversión».
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Mientras se prepara la celebración del Bolívar Digital en octubre, muchos se preguntan cuánto tiempo pasará antes de que se produzca otra conversión de moneda. El tiempo entre las conversiones y la emisión de nuevos billetes para hacer frente a la hiperinflación es cada vez más corto, pero estas medidas parecen acelerar la inflación en lugar de frenarla. Para el economista Ronald Balza, es imposible predecir cuándo se producirán nuevos cambios en el bolívar, ya que no hay un patrón fijo, «la arbitrariedad es demasiado grande».