España ha comprado el pasado mes de septiembre 292.000 toneladas de crudo a Venezuela, una cifra mucho mayor que las 92.000 toneladas que importó desde EEUU.
Con este tipo de transacciones comerciales, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ignora las sanciones que el gobierno norteamericano ha puesto sobre la relación de negocios con la tiranía chavista. Asimismo, la multinacional energética española Repsol descartó esta semana la posibilidad de abandonar sus operaciones en Venezuela.
Los reportes de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) reflejan que España ha ido reduciendo sus compras de petróleo a EEUU. En julio la adquisición fue de 512.000 toneladas; en agosto bajó a 367.000 y en septiembre se desplomó a 92.000. En contraste, Venezuela pasó de cero a 292.000 toneladas entre agosto y septiembre.
Repsol considera que Venezuela es un “aliado” que no quieren dejar de lado. La energética española ha anunciado que, aunque van a reducir sus operaciones en varios países, Venezuela no está entre ellos.
El Gobierno estadounidense mantiene una batalla con Repsol y otras petroleras europeas, como la italiana Eni, como parte de la presión al régimen venezolano. El enviado especial de Washington para Venezuela e Irán, Elliott Abrams ha llegado a exigir a Repsol que acabe con el sistema de pago que mantiene con la estatal petrolera venezolana PDVSA si no quiere ser objeto de “sanciones devastadoras”.
