Mal momento para Víctor Vargas Irausquín —banquero del régimen. La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (SUDEBAN), autoridad regulatoria venezolana, ha ratificado una serie de medidas administrativas contra el Banco Occidental de Descuento. Las medidas, según la autoridad reguladora, apuntan a la salvaguarda del patrimonio de los cuentahabientes de la institución.
El Banco Occidental de Descuento (BOD) es sujeto de una medida administrativa de supervisión que ordena la restricción de la realización de nuevas inversiones, captación de fondos a plazos, la apertura de nuevas oficinas, pago de dividendos, en otras palabras: El BOD no puede realizar operaciones normales como banco.
El mandato de los reguladores bancarios limita al banco de marras a manejar depósitos, le impide transar inmuebles y se abroga el derecho a colocar en el directorio de la institución supervisores con poder de veto.
Hace un año, al Catre Morales —regulador bancario del chavismo— le parecía sospechosa la forma en la cual el banco de Vargas Irausquin conducía sus operaciones financieras. Haciéndose eco de las investigaciones hechas por los organismos regulatorios de la actividad bancaria en las Antillas Holandesas y en Tapón del Darién, la Sudeban intervino —como quien no quiere la cosa— al Banco Occidental de Descuento bajo el pretexto de que el BOD conducía operaciones financieras de «alto riesgo» y amparados en una ley contra el financiamiento al terrorismo toman medidas contra uno de los operadores financieros más prolíficos de la Venezuela en tiempos de revolución.
Los amigos y familia de Victor Vargas
Los nexos entre Víctor Vargas y el chavismo, así como con la oposición falsaria y prostibularia —Lara Farías dixit— son muy difíciles de ocultar.
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El timonel del BOD empleó/emplea a fichas opositoras como Ramón José Medina, amigo íntimo y empleado de larga data de Vargas, quien desde el escritorio jurídico donde trabaja —cuyos poderosos tentáculos de inflluencia se proyectan en los circuitos judiciales del Área Metropolitana de Caracas— le consiguió en 2014 el divorcio de Carmen Leonor Santaella con una sentencia del TSJ que modifica el código civil venezolano. Medina nunca declaró sus conflictos de intereses y sigue desde la grada como operador político.
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