La administración de Gustavo Petro y los insurgentes discutieron la «voluntad y necesidad» de establecer un diálogo caracterizado por «un cese al fuego bilateral».
El Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Danilo Rueda, se reunió en el departamento de Caquetá con delegados de las disidencias de las FARC para explorar una posible negociación, según un comunicado publicado el sábado (17.09.2022).
«Celebramos una reunión para explorar y reunirnos para evaluar la posibilidad de iniciar conversaciones en el marco de una paz total», dice el texto, sin dar una fecha.
Rueda y cuatro delegados de los insurgentes, identificados como Calarcá Córdoba, Alonso 45, Ermes Tovar y Erika Castro, firman el mensaje, publicado en la prensa colombiana junto con una foto del comisario y cuatro hombres uniformados sentados en un granero.
El representante de la ONU Raúl Rosende y el diplomático noruego Dag Nagoda también aparecen en la foto como «observadores internacionales».
Ambas partes han expresado su voluntad y la necesidad de que estas conversaciones vayan acompañadas de un alto el fuego bilateral, cuya aplicación debe ser verificada», dijeron el gobierno y los rebeldes.
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En agosto, la izquierda llegó al poder por primera vez en Colombia, liderada por Gustavo Petro, que propone una política de «paz total» para acabar con el conflicto interno que dura ya casi seis décadas.
Rueda había anunciado a principios de esta semana que el ex número dos de las FARC, Iván Márquez, líder de la facción separatista conocida como Segunda Marquetalia, quería participar en las nuevas conversaciones.
Según estudios independientes, las facciones disidentes luchan actualmente por el control de las rutas del narcotráfico.
Otras organizaciones, como el grupo guerrillero ELN y el Clan del Golfo, un poderoso grupo de narcotraficantes, han aceptado el llamamiento de Petro, pero aún no han podido llegar a un acuerdo para poner fin a la creciente violencia en Colombia.
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