Díaz-Canel, Ortega, Maduro y Bolsonaro ‘depredadores de la prensa’ para RSF

Reporteros sin Fronteras (RSF) ha elaborado una lista de 37 «tiranos» de todo el mundo a los que acusa de «represión masiva de la libertad de prensa», entre los que figura, por primera vez en 20 años, un dirigente de la UE.

Líderes de países autocráticos, como el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, así como otros países formalmente democráticos, como el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el de Hungría, Viktor Orbán, se han convertido en «depredadores de la prensa» para Reporteros sin Fronteras (RSF).

En la lista publicada este lunes (5.07.2021), que actualiza la anterior que data de 2016, RSF enumera un total de 37 «tiranos» de todo el mundo a los que acusa de «represión masiva de la libertad de prensa», entre los que se encuentra, por primera vez en sus 20 años de historia, el jefe de un país de la Unión Europea (UE).

La «democracia iliberal» en la Hungría de Orbán

De hecho, cree que desde que Orbán volvió al poder en 2010 -primero como primer ministro y luego como presidente- no ha cejado en su empeño de socavar «el pluralismo y la independencia de los medios de comunicación».

Basándose en su idea de «democracia iliberal», convirtió la radiotelevisión pública en un «órgano de propaganda» y convirtió a los medios de comunicación privados en siervos o los silenció. Esto fue posible gracias a maniobras políticas y económicas y a la compra de los medios de comunicación por parte de algunos oligarcas vinculados a su partido, el Fidesz.

Los insultos, humillaciones y «vulgares amenazas» de Bolsonaro

A Bolsonaro, jefe de la mayor democracia de América Latina, la ONG le reprocha los insultos, humillaciones y «vulgares amenazas» que ha hecho a la prensa desde que llegó a la presidencia en 2018. Desde entonces, – señala – «el trabajo de la prensa brasileña se ha vuelto extremadamente complejo» y los principales objetivos de sus ataques han sido las mujeres periodistas, los especialistas en política y el grupo Globo.

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Se queja en particular de la acción combinada de la familia y el entorno del presidente brasileño con personas que lo apoyan en las redes sociales y que, con la ayuda de bots, trabajan para quitar toda credibilidad a la prensa, a la que acusan de ser «enemiga del Estado».

Continuidad del «totalitarismo de corte soviético» en la Cuba de Díaz-Canel

También en América Latina, los presidentes de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de Nicaragua, Daniel Ortega, han sido añadidos a la lista negra de Reporteros sin Fronteras, además del venezolano Nicolás Maduro, que ya estaba en la lista desde que asumió el cargo en 2013.

La presencia de Díaz-Canel se justifica por la continuidad que dio al «totalitarismo de tipo soviético» que dejó en sus manos al recibir el poder Raúl Castro, que hasta entonces también figuraba entre los «depredadores» identificados por la organización.

La presencia de Díaz-Canel se justifica por la continuidad que dio al «totalitarismo de tipo soviético» que dejó en sus manos al recibir el poder Raúl Castro, que hasta entonces también figuraba entre los «depredadores» identificados por la organización.

La otra es la primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, que gobierna el país desde 2009 y cuya ley de seguridad digital de 2018 provocó la persecución de más de 70 periodistas y blogueros, según RSF.

Asfixia y censura de la prensa en la Nicaragua de Ortega

La de Ortega por la «asfixia económica y la censura judicial» a la que ha sometido a la prensa desde el inicio de su tercer mandato consecutivo en noviembre de 2016, y que toma un nuevo cariz ante la perspectiva de las elecciones presidenciales previstas para noviembre.

RSF señala que ha reforzado «su arsenal de censura» con acciones judiciales «abusivas» contra quienes se le oponen, tanto en la clase política como en los medios de comunicación, y nombra a la familia Chamorro y especialmente a la periodista y ahora candidata presidencial Cristiana Chamorro entre sus principales víctimas.

«Barbarie sin límites» en Arabia Saudí.

No es tan sorprendente que Bin Salman haya conseguido entrar en este grupo, dada la concentración de poder en sus manos desde que fue nombrado sucesor de su padre en 2017 y lo que RSF llama su «barbarie sin límites.»

Arabia Saudí – recuerda la organización – es «una de las mayores prisiones del mundo para los periodistas» y algunos de ellos están entre rejas sin saber de qué se les acusa. Por no hablar del caso del columnista del Washington Post Jamal Khashoggi, asesinado y descuartizado en el consulado saudí de Estambul en 2018.

Dos mujeres «depredadoras de la prensa» en Hong Kong y Bangladesh

Por primera vez en esta edición, hay dos «depredadoras» al mismo tiempo, entre ellas la jefa del ejecutivo de Hong Kong, por actuar como «una marioneta en manos del presidente chino Xi Jinping al aplicar políticas «liberticidas contra la prensa» que llevaron a la desaparición en junio del último periódico independiente, Apple Daily, y al encarcelamiento de su fundador, Jimmy Lai.

Irán, Siria, Rusia, Bielorrusia…

Siete de los líderes que figuran en la lista negra de la organización han estado en ella desde la primera edición en 2001. Por ejemplo, el líder de la revolución iraní, Alí Jamenei, los presidentes de Siria, Bashar al-Assad, de Rusia, Vladimir Putin, de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.

Teodoro Obiang Nguema, de Guinea Ecuatorial, es el jefe de Estado más longevo del mundo, en lo que Reporteros sin Fronteras califica de «dictadura totalitaria», en la que el panorama mediático se limita casi exclusivamente a los medios de comunicación estatales, encargados de difundir la «propaganda gubernamental», y donde no hay corresponsales extranjeros.

rml (efe, rsf, dw)


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