Uno de los muertos es Vladimir Herrera Avella, miembro desmovilizado de las FARC, y el otro es León Rodríguez.
Dos de las once personas secuestradas por la guerrilla del ELN el pasado 13 de julio murieron en su cautiverio en una zona rural de Tame, en el departamento de Arauca, en la frontera con Venezuela, informaron este sábado (30.07.2022) fuentes militares.
El ejército dijo en un comunicado que las dos personas no murieron, como afirma el ELN, en una operación en la que los militares intentaron rescatar al grupo secuestrado. «Es importante aclarar y desmentir la versión publicada por este grupo ilegal, que alude a un enfrentamiento o choque armado con nuestras unidades militares, ya que estos asesinatos fueron cometidos por este grupo criminal», dijo el Ejército.
Según información militar, el 28 de julio, soldados que se encontraban en las cercanías del oleoducto Bicentenario reportaron «disparos en la zona del poblado de Palmarito, municipio de Fortul, a unos dos kilómetros de su posición». La fuente añadió que «en la mañana del 29 de julio realizaron una búsqueda en la zona donde se escucharon los disparos, donde se encontraron dos cuerpos sin vida.»
La versión del ELN
Por su parte, el Frente de Guerra Oriental del ELN explicó en un comunicado que las dos personas murieron durante un intento de rescate por parte del ejército. «El 28 de julio (…) durante un traslado de nuestras unidades para garantizar la seguridad de los detenidos, se enfrentaron con una patrulla de los que querían liberar a los prisioneros de guerra, soldados y policías. En el enfrentamiento murieron dos de los 11 detenidos en la aldea de Palmarito, en el municipio de Fortul (Arauca)», dijo el ELN.
Los guerrilleros también aseguraron que los otros nueve detenidos estaban en buen estado de salud y anunciaron que serían liberados en los próximos días ante una comisión humanitaria. Uno de los muertos es Vladimir Herrera Avella, miembro desmovilizado de las FARC, y el otro es León Rodríguez.
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La oficina de derechos humanos de la ONU en Colombia rechazó la hipótesis del asesinato de las dos personas «desaparecidas desde el 13 de julio en la zona del Alto Purare en Tame, Arauca». Estos asesinatos se suman a los 240 asesinados desde el 2 de enero». También pidió «el respeto a la vida y la liberación segura de las personas que siguen en manos de grupos armados no estatales en Arauca, así como el cese de la violencia contra la población civil».
Mientras tanto, la Defensoría del Pueblo pidió a los grupos armados ilegales que «respeten la vida de quienes están en su poder y exijan su liberación».
«Mantenemos abiertos nuestros canales humanitarios para permitir el rápido retorno de los ciudadanos con sus familias», dijo el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, citado en un comunicado de su oficina. Recordó que en 2022, 11.631 personas fueron desplazadas por el conflicto armado. Tres soldados, un policía y nueve civiles están actualmente retenidos como rehenes.
ama (efe, ep, dw)