Bolivia: la defensa del ex presidente Áñez apela su condena.

El recurso consiste en un «incidente de injerencia política» en el juicio del llamado «golpe II», explicaron sus abogados.

La defensa de la expresidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, presentó el lunes (18/07/2022) en Sucre, capital constitucional del país y sede de la justicia, un recurso contra la condena a diez años de prisión, resultado de un juicio en el que, a su juicio, hubo «injerencia política».

El abogado Luis Guillén, una de las defensas del ex gobernador, dijo que el recurso era un «incidente de injerencia política» en el juicio conocido como «Golpe II», por el que Áñez fue condenado a mediados del mes pasado por los delitos de resoluciones contrarias a la Constitución y negligencia.

El abogado explicó que el recurso «denuncia las violaciones» que se produjeron durante el juicio, como la «mala aplicación de la ley», la «errónea valoración» de las pruebas, las «transgresiones del procedimiento ordinario» y la decisión de celebrar un juicio ordinario en lugar de una causa de responsabilidad en el Parlamento.

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Guillén mencionó que había «algunos elementos» en el texto legal que ya habían sido observados por organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia (ACNUDH), y fundamentalmente denunció que «hubo injerencia política» en el juicio.

Los principales acusadores en el caso «Golpe II» fueron la Fiscalía, la Procuraduría y el Ministerio del Interior, que consideraron que Áñez había asumido indebidamente la presidencia durante la crisis política de 2019, violando las normas del poder legislativo.

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La defensa de Áñez argumentó que llegó a la presidencia como segunda vicepresidenta del Senado debido al «vacío de poder» tras la renuncia del entonces presidente Evo Morales, su vicepresidente y los líderes de las cámaras alta y baja.

La familia de Áñez publica un documento.

El gobierno y el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) también han insistido en que el cargo más alto del país debe pertenecer a un legislador de ese partido y no a una diputada de la oposición como la señora Áñez, que, según dicen, se «autodesignó» presidenta.

En este contexto, Guillén argumentó que este argumento, también destacado por la fiscalía durante el juicio, «no es real» porque «los ciudadanos estaban en un enfrentamiento» y el tribunal no valoró los aspectos relacionados con este contexto, ni aportó razones argumentales para condenarla a diez años de prisión.

Posteriormente, la familia de Áñez publicó en sus redes sociales una imagen del documento con «99 páginas de pruebas de denuncias y verdad» sobre lo que, según ellos, fue una «sentencia ilegal» impuesta por un tribunal «sin jurisdicción». La publicación señala que hubo errores en «el debido proceso, el juez natural, la presunción de inocencia, la aportación de pruebas, la declaración de testigos», entre otros, que sirvieron para establecer «la nulidad del proceso».

La condena de Áñez provocó el pronunciamiento del relator especial de la ONU sobre la independencia de jueces y abogados, Diego García-Sayán, quien en una serie de tuits sostuvo que Áñez debería ser juzgado en un juicio de responsabilidades y advirtió de la «posible injerencia del poder político» en el proceso judicial. La OACDH, el Ministerio de Asuntos Exteriores británico y el portavoz de la UE, Peter Stano, también emitieron declaraciones sobre aspectos del propio juicio, que el gobierno boliviano calificó de «injerencia» en sus asuntos internos.

jc (efe, La Razón Digital, El Deber, dw)