El presidente argentino, Alberto Fernández, reiteró este sábado (18.06.2022) que no hay «ninguna irregularidad» en relación con el avión tripulado por iraníes y venezolanos inmovilizado en Argentina, y acusó a la oposición de querer mostrar «algo que no es» al vincularlo con el terrorismo.
«Querían mostrar algo que no es, algo turbio, una jugada oscura del gobierno (…). Pero, al ser la oposición, intentaron aprovecharse de ello», dijo Fernández a una emisora de radio local. Según el presidente, el problema del avión se limita a las dificultades para repostar debido a las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela e Irán, los actuales y anteriores propietarios del avión.
«Llegó un avión venezolano y no hubo ninguna irregularidad. Había cinco iraníes a bordo y, por lo que sabemos, no hay restricciones para ellos. Tampoco hay restricciones para los venezolanos», dijo Fernández. «Hay un problema con la carga de combustible, porque las sanciones impuestas por EE.UU. pueden afectar a quienes suministran el combustible al avión. Es un problema que hay que resolver», añadió.
El Boeing 747 llegó a Argentina procedente de México el 6 de junio con un cargamento de piezas de automóvil. Al no poder repostar en Buenos Aires, intentó volar a Uruguay el 8 de junio, pero las autoridades uruguayas le negaron la entrada y tuvo que regresar al aeropuerto de Ezeiza.
Actualmente está bajo investigación judicial, al igual que su tripulación, compuesta por 14 venezolanos y cinco iraníes, a los que se ha prohibido salir del país. El avión pertenece a la empresa EMTRASUR, filial de la empresa venezolana CONVIASA. Fue adquirida hace un año por la compañía aérea iraní Mahan Air.
En las primeras informaciones, el ministro de Seguridad argentino, Aníbal Fernández, dijo que un miembro de la tripulación tenía la «condición de homónimo» de un miembro de Al Quds, la fuerza de élite de la Guardia Revolucionaria iraní, clasificada como organización terrorista por Estados Unidos. Sin embargo, el 17 de junio, el jefe de los servicios secretos de Paraguay, Esteban Aquino, declaró que Gholamreza Ghasemi no tenía el mismo nombre que una persona vinculada al grupo, pero que sí lo era y que los países de la región habían sido alertados de este hecho.
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Tras conocer la detención del avión, Irán la atribuyó a la «propaganda» y a las «operaciones psicológicas». Venezuela, por su parte, acusó a Uruguay de poner la vida de la tripulación en «grave peligro» al impedir que el avión entrara en el país para repostar.
ama (afp, efe, dw)