‘Adiós mi Nicaragua’, escribe un sacerdote tras su exilio.

Después de un mes en la clandestinidad, el sacerdote Uriel Vallejos ha aparecido en Estados Unidos, adonde llegó tras huir de los «puntos ciegos» de la persecución del régimen de Daniel Ortega.

El sacerdote nicaragüense Uriel Vallejos dijo este domingo (04.09.2022) que había abandonado Nicaragua, un mes después de que la policía entrara por la fuerza en la parroquia que dirigía y en la que fue detenido para incautar equipos de una emisora de radio cerrada por las autoridades.

«Párroco de la Iglesia de la Divina Misericordia en el municipio de Sebaco, al norte de Nicaragua, Vallejos escribió en un mensaje desde Estados Unidos, a donde llegó tras dejar Nicaragua por «puntos ciegos».

En Twitter, el sacerdote compartió un mensaje en el que saludaba a Nicaragua con un «Hasta pronto, mi hermoso país de lagos y volcanes», y también pedía que no se alejara el obispo Rolando Álvarez, encarcelado desde el 19 de agosto por el gobierno sandinista de Daniel Ortega, supuestamente por subversión, aunque no se han presentado pruebas.

«Espero de todo corazón que no dejemos solo a Monseñor Rolando Álvarez, nuestro obispo que se ha sacrificado por nuestro país», insistió.

«Las personas no son negociables».
Vallejos llamó a la «unidad» y a no negociar con las autoridades, porque «las personas no son negociables, porque no son cosas».

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«Esperamos la rápida liberación de mi obispo, sacerdotes, seminaristas y laicos. Es hora de demostrar de qué lado estamos, del lado de la verdad o del lado de la comodidad», dijo.

También pidió a los católicos que no se conformen con «el silencio, la supervivencia y las negociaciones» porque, insistió, «la libertad y la vida no se pueden negociar».

«Bendiciones para todos hasta el regreso a la tierra de la liberación. Viva Nicaragua libre», concluyó.

Fue encarcelado en una parroquia
A principios de agosto, Vallejos y sus socios se encerraron en la iglesia, situada a 101 kilómetros al norte de Managua, cuando un grupo de policías entró de noche para incautar equipos de una emisora de radio cerrada por las autoridades.

El régimen de Daniel Ortega, a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), ordenó el cierre de nueve emisoras de radio católicas pertenecientes a la diócesis de Matagalpa (norte), dirigidas por el obispo Álvarez, uno de los más acérrimos críticos del presidente Ortega.

La detención del obispo Álvarez y de otros siete sacerdotes es el último capítulo de un año especialmente turbulento para la Iglesia católica en Nicaragua, en el que el gobierno de Ortega ha calificado a los jerarcas de «golpistas» y «terroristas».

Este año, el régimen de Daniel Ortega expulsó del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag y a 18 monjas de la orden de las Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta. También detuvo a 7 sacerdotes, cerró 9 emisoras de radio católicas y retiró 3 canales católicos de los programas de televisión por suscripción.

La policía entró por la fuerza y asaltó una iglesia parroquial, impidiendo que los feligreses recibieran la eucaristía dentro del templo y asediando a otros sacerdotes en sus iglesias.

jc (efe, La Prensa,dw)