Poco después de los recientes escándalos por los niveles de censura en Internet y los numerosas críticas sobre el poder casi ilimitado que ostentan las grandes compañías tecnológicas, el gobierno de Estados Unidos inició este 20 de octubre un proceso judicial contra Google con el argumento de que el gigante tecnológico mantiene un «monopolio ilegal» en la búsqueda de información y la publicidad en la Web.
El Departamento de Justicia solicita a Google cambios estructurales que podrían ser el inicio de una posible fragmentación de la compañía (aunque si se reedita una «fragmentación» al estilo de la Standard Oil, no sería más que la creación de nuevas marcas para seguir en las mismas manos).
Cuando parece que estos titanes de la informática se sienten intocables, esta causa judicial tiene un significado político y mediático importante. Sin embargo, el proceso podría tardar años en desarrollarse y los resultados pueden ser ambiguos.
Este caso es el resultado de meses de investigaciones por parte de oficiales antimonopolio a nivel federal y estatal en Estados Unidos. Igualmente se encuentran realizando investigaciones paralelas a gigantes como Amazon, Facebook y Apple.
Google mantiene su poderío con prácticas excluyentes y monopólicas

El fiscal del Departamento de Justicia, Jeffrey Rosen, declaró que la demanda interpuesta junto a 11 estados se enfoca en la posición monopólica de Google en el ecosistema digital. Empezaría así una pugna de gran magnitud entre el gobierno de Estados Unidos y Google.
Rose dijo que «Google es el filtro de entrada a Internet», quien mencionó los miles de millones de dólares que la empresa ha pagado a los fabricantes de dispositivos para que lo sigan designando como el motor de búsqueda principal.
Te puede interesar
Según el fiscal, el todopoderoso de la información ha mantenido su monopolio mediante «prácticas excluyentes que son perjudiciales para la competencia». No había un caso de esta magnitud en Estados Unidos desde la causa contra el monopolio de Microsoft en 1998 que marcó el distanciamiento de Bill Gates del mundo informático para adentrarse al gran negocio de la «filantropía».
La demanda iniciada en Washington propone que la corte considere varias soluciones, entre ellas la posibilidad de que la empresa se fragmente, aunque aún no se han profundizado los detalles. Quienes abrieron la causa piden al tribunal prohibir a Google las prácticas monopólicas y considerar «el alivio estructural necesario para curar cualquier daño a sus competidores».
Demanda a Google puede tener motivaciones políticas
En muy poco tiempo Google emitió su rechazo a la demanda: «la gente usa Google porque lo elige, no porque se vea obligada a hacerlo o porque no pueda encontrar alternativas». La mega empresa tecnológica opinó que la demanda está «profundamente viciada».
El profesor de Derecho de la Universidad de Rutgers, Michael Carrier, opinó para AFP que este caso podría forzar que Google elimine parte de su software de los teléfonos Android, lo cual se parecería al caso de Microsoft previamente mencionado, donde los clientes tuvieron que usar de forma obligatoria otros programas diferentes.
Carrier también señala que el timing para abrir este caso en época electoral «plantea la posibilidad de que los intereses políticos jueguen un papel». En efecto, como se mencionó al inicio del artículo, el contexto de censura y pugna política parece ser clave en esta acción, lo cual no desmerita que su origen esté justificado.
Tanto cierta izquierda que comprende los riesgos de que una corporación acumule mucho poder, como cierta derecha que ha sido víctima del claro sesgo político de estas tecnológicas, tienen la mira puesta sobre Google desde hace años.
Según Rosen, este caso es solo el primero. Se planifican futuras acciones respecto a los demás miembros del oligopolio de la información en Internet. «Continuaremos revisando las prácticas competitivas de las principales plataformas en líneas», agregó el fiscal.
Cercanía entre la Big Tech y la élite política
El nivel de cercanía entre las grandes corporaciones tecnológicas y la élite política en Washington genere escepticismo sobre este tipo de proceso, sin embargo el senador republicano Josh Hwaley asevera que este será el caso más grande en una generación respecto al «abuso de dominio».
Ya en Europa Google ha recibido múltiples multas por «prácticas desleales», principalmente en el área de búsquedas por Internet. Aún así, el motor de búsqueda sigue teniendo una predominancia enorme en los países del viejo continente.
Google, la unidad principal de Alphabet, opera el motor de búsqueda dominante en la mayor parte del mundo y una variedad de servicios relacionados, como mapas, correo electrónico, publicidad y compras. También maneja el sistema operativo móvil Android, utilizado en la mayoría de los teléfonos inteligentes a nivel global.